sábado, 18 de febrero de 2012

Garlofo




Y bueno, a veces pasa.

¿Qué otra cosa se puede decir? A veces pasa. Es cómo todo, incontrolable pero aparentemente manso. Así siempre termina pasando lo mismo y las hormiguitas son las que terminan aplastadas contra el piso.

Una vez miraba a River, perder un partido de copa y quedar afuera, y no sé por que pero en ese momento mi foco de ira fue Radamel Falcao, que en mi opinión es un gran jugador y un magnífico delantero. Pero esta vez, no le pude prestar atención a eso y me concentré en el hecho de que mi mala sangre, pagaba los minutos en cancha de R9 y decidí, que podía hacerme toda la mala sangre que quisiera, pero que no hay tragedia en el fútbol. Con esto es igual, ya anduvimos estos ríos y lo podemos contar, no tiene sentido sufrir por y para todos, pero es cierto que la emoción es el talón de aquiles de (casi) cualquier humano.

Me queda decir que con las cosas descartables se podrían haber hecho cosas buenas, y que en la ruleta la mayoría de las veces perdés. ¿Pero a quién le iba a decir qué? Si nadie habla mi idioma.

Esto es sólo un eructo, y eso nada más.

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